





A unos pocos km del Oberá, llegamos a Campo Ramón, donde nos recibieron muy bien y la Municipalidad colaboró con nuestro proyecto, aportando combustible y la reparación de una llanta.
Visitamos dos escuelas , donde proyectamos cine, hablamos acerca de la evolución de la animación y continuamos la cadena que se inició en Oberá; dejar útiles escolares, libros, juguetes, ropa y calzado para los chicos de la escuela.
La actividad en la escuela nº 702, en un salón de clases, permitió que los alumnos conozcan un poco más cerca del mundo mágico del cine.